INGREDIENTES:
- 1 taza de almendras.
- 3 tazas de agua (Puede ser natural o mineral).
- 1 ramita de canela (opcional).
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional).
- Miel (opcional),
PREPARACIÓN:
- Pon las almendras en un recipiente hondo y cúbrelas totalmente con agua. Asegurarte de que sea suficiente, ya que las almendras absorberán el agua, se ablandarán e hincharán un poco.
- Déjalas en remojo al menos 12 hrs. Te recomendamos que las dejes toda la noche remojando.
- Transcurrido el tiempo, verifica que las semillas se hayan ablandado, si aún se sienten duras déjalas remojar un poco más.
- Enjuaga bien las almendras, escúrrelas y ponlas en la Prensa Fría o Centro de Nutrición Omega. Ponlo a trabajar y verás cómo produce la leche instantáneamente.
- Sí sientes que la leche es muy espesa puedes agregar un poco de agua hasta lograr la consistencia deseada.
- Si no cuentas con productos Omega® no te preocupes, pon las almendras en la licuadora, agrégale tres tazas de agua y procesa todo muy bien hasta que las almendras se hayan hecho polvo.
- Si lo hiciste en licuadora cuela el líquido para separar la leche de los restos de almendras, si lo has hecho con la Prensa Fría o el centro de Nutrición no necesitas hacer este proceso.
- Consérvala en un frasco de cristal y bien fría.
- Si le pones una varita de canela la leche se puede conservar mejor y mejorar su sabor, también puedes agregarle un poco de vainilla para darle un sabor más agradable y una cucharada de miel para endulzar.
BENEFICIOS: Por su ligero aporte de ácidos grasos esenciales, la almendra ayuda a incrementar los niveles de colesterol bueno (HDL) mientras reduce los de colesterol malo (LDL). También podría controlar los triglicéridos y mejorar la salud cardíaca previniendo diversas enfermedades.