USOS Y BENEFICIOS DE LA MENTA

Compartir

Apuesto a que pensabas que la menta solo era para refrescar y quitar el mal aliento, pero realmente la menta hace mucho más que eso ya que contiene diferentes ácidos como: el acético, el rosmarínico, el benzoico, el isobutírico o el cafeico. Así como Vitaminas B1, B2 y B3, minerales como el aluminio, el zinc, el calcio, el cromo, el hierro, el fósforo y el magnesio que aportan grandes beneficios a tu salud.

Las combinaciones de todos estos elementos hacen que la menta tenga propiedades medicinales y nos ayude a mitigar ciertos dolores estomacales, vómitos e incluso los cólicos.

Además de todo esto la menta es excelente para la gripe, ya que disminuye la fiebre y libera las vías respiratorias

Está pequeña planta también tiene otro tipo de aplicaciones, por ejemplo, masticar menta ayuda a la dificultad que presenta el organismo para adaptarse a la falta de oxígeno asociada a la altitud, ya que mejora y facilita la circulación sanguínea.

También es un potente tranquilizante, ya que calma las palpitaciones cardíacas, los estados de estrés y ansiedad, los nervios y el insomnio.

Sin embargo, a pesar de que la menta es un remedio completamente natural, su uso excesivo puede ser perjudicial para la salud.

En el caso del aceite esencial de menta, no es recomendado para las mujeres embarazadas, las que están amamantando, los niños menores de seis años y los pacientes con alergias respiratorias o hipersensibilidad. Puede producir nerviosismo o insomnio si se consume excesivamente, provocando a su vez náuseas, taquicardia o falta de apetito.

En el caso del té de menta se aconseja no ser administrado a niños pequeños, tampoco en personas con acidez, reflujo o hernia de hiato, pacientes con cálculos renales o de vesícula, embarazadas y mujeres lactantes porque puede afectar al bebé.

La dosificación correcta para un adulto sin estos problemas o enfermedades mencionadas anteriormente es de 20 a 30 gramos de hojas frescas de menta por un litro de agua hirviendo. No se puede consumir más que 700 ml (3 tazas aproximadamente) por día, repartidas en 3 dosis diferentes, como por ejemplo a la mañana, a la tarde y a la noche.

    

Los que desean consumir menta, pero no en forma de té, pueden preparar un zumo o licuado. Se necesita un puñado de hojas, agua, cualquier endulzante y beber una cucharada cada hora.

Escrito por: Fernanda Alatriste | Equipo de Comunicación Omega®

Fuente: Consejos Naturales